Cortes de Pallas en la Wikipedia
Adelina Delgado Correcher, en guerrillas conocida como de «La Madre»de la masia Oroque, que contaba con 44 años en 1952, y era natural de Cortes de Pallás
(Porque yo me hice esta cuenta, algo llevan estos señores, yo no comprendo de política ni de cosas, es verdad, me he criado toda la vida en el monte, porque si hubiera estado en el pueblo, hasta leer podía haber sabido. Pero así, me he tenido que fastidiar… Yo me decía, cuando van esos señores por el monte, algo quieren defender o algo quieren sacar a flote; hay que ayudar, porque los veías con esa amabilidad. Yo me dije: esas personas algo defienden que es obligado ayudarles. Así que yo no he tenido miedo. Adonde va el cuerpo, va la muerte, que sea lo que Dios quiera, pero yo no me hice cobarde, porque luché lo que pude…”.)
La Masia de Oroque se halla situada en el término de Cofrentes (Valencia), en el paraje así denominado. Colinda con la de Segundo «El Pijón», y en frente tiene las de El Quince y El Cura. Desde antes de la guerra pertenecía a la familia de los «Paco». Tanto esta propiedad como otra cercana, el Cañizo, que había sido adquirida por 15.000 pesetas. El Oroque estaba a nombre de Esteban Molina, y el Cañizo al de su hermano Francisco, el cabeza de familia.
Enlace de a entrevista Crónica rural de la postguerra
La guerrilla evitó siempre que pudo los enfrentamientos y cuando utilizó la violencia fue siempre de forma selectiva contra determinadas personas de las que pensaban que les habían traicionado o habían cometido alguna tropelía contra los puntos de apoyo. Evidentemente, en estas acciones pudo haber excesos y errores por parte de la guerrilla en determinadas ocasiones. Sin embargo, la violencia ejercida por las fuerzas represivas fue, por norma, indiscriminada, arbitraria y cruel.
Los comentarios de la entrevista a Teofilo Gallega sobre su libro (Sobrino nieto de Federico Gallega enlace y posterior miembro del AGLA)
Quisiera finalizar esta entrevista con unas palabras de uno de estos puntos de apoyo, Adelina, a quien los guerrilleros apodaron la Madre: “Porque yo me hice esta cuenta, algo llevan estos señores, yo no comprendo de política ni de cosas, es verdad, me he criado toda la vida en el monte, porque si hubiera estado en el pueblo, hasta leer podía haber sabido. Pero así, me he tenido que fastidiar… Yo me decía, cuando van esos señores por el monte, algo quieren defender o algo quieren sacar a flote; hay que ayudar, porque los veías con esa amabilidad. Yo me dije: esas personas algo defienden que es obligado ayudarles. Así que yo no he tenido miedo. Adonde va el cuerpo, va la muerte, que sea lo que Dios quiera, pero yo no me hice cobarde, porque luché lo que pude…”. La cita está sacada de una entrevista que Fernanda Romeu hizo a Adelina Delgado (la Madre) en Cofrentes en 1985, y la traigo a colación porque creo que ejemplifica el valor de estos héroes anónimos, de los que la Historia (con mayúsculas) se suele olvidar y de los que aparecen a centenares en La guerrilla antifranquista en la comarca Requena-Utiel. Un libro cuyo principal objetivo es que sirva de homenaje a esos héroes que habían quedado sepultados por décadas de olvido y desmemoria.
PDF de la publicación : La guerrilla antifranquista en la comarca Requena-Utiel (desde sus orígenes hasta 1947) Crónica rural de la posguerra Teófilo Gallega